Tras su partida en febrero de este año, la expedición “Montes submarinos inexplorados de la cordillera de Salas y Gómez” del Schmidt Ocean Institute ha regresado de Chile este mes de abril tras, entre otros trabajos, el descubrimiento de cincuenta nuevas especies animales, entre las que hay peces, moluscos, crustáceos y corales. Ariadna Mechó es investigadora de Variabilidad y Cambio Climático del Centro de Supercomputación de Barcelona y ha formado parte del equipo internacional y multidisciplinar de científicos responsable del hallazgo.

La zona donde ha tenido lugar la expedición es la cordillera submarina de Salas y Gómez, una formación que se extiende desde las costas continentales chilenas hasta Rapa Nui, la también conocida como Isla de Pascua. Según Mechó, el descubrimiento de nuevas especies es algo “habitual”, pero señala que este descubrimiento es más reseñable: “Son especies más llamativas, más carismáticas, por lo que se les da más visibilidad”. La versatilidad del equipo, cuenta, ha sido esencial para el descubrimiento de estas nuevas especies: “Cada experto contribuye con su saber previo y background para discernir si una especie es potencialmente nueva”. La confirmación, no obstante, siempre llega posteriormente desde un laboratorio.

La científica lleva ya años familiarizada con la zona, en la que investigaba con otros compañeros y con ayuda de la propia comunidad de Rapa Nui, pero la posibilidad de realizar esta expedición con Schmidt Ocean Institute les permitió obtener los medios para confirmar lo que sospechaban: “Sabíamos que en esos montes, incluso ya en aguas internacionales, debía de haber muchas cosas que no conocíamos”.

“Estas zonas deberían de estar protegidas antes de que pase cualquier cosa”

Pese a lo atractivo y noticioso de los descubrimientos, Mechó asegura que estos no han sido necesariamente lo más destacable de la expedición. Entre los trabajos que han podido desarrollar, están las descripciones de más de ciento sesenta especies, que nunca se habían hecho antes, o la observación de especies formadoras de hábitats, como corales o esponjas, con gran importancia “a nivel de preservación y de protección”. Precisamente, esto último es algo en lo que la investigadora insiste: “Hemos encontrado ecosistemas que estaban muy sanos; justamente, nos ha llamado la atención pensar que estas zonas deberían de estar protegidas antes de que pase cualquier cosa”, señala destacando la excepcional biodiversidad que han encontrado en la cordillera subacuática chilena.

Fuente: https://cadenaser.com/nacional/2024/04/14/preservar-para-descubrir-como-una-zona-remota-de-chile-escondia-cincuenta-especies-desconocidas-cadena-ser/