El dólar estadounidense enfrenta un momento de vulnerabilidad en su rol de activo refugio global, presionado por la guerra comercial, el alto endeudamiento de EE.UU. y la incertidumbre fiscal. Analistas destacan que monedas como el yuan y el franco suizo están ganando terreno, impulsadas por estrategias de países como China y el fortalecimiento de los BRICS. Además, activos como el oro, las criptomonedas y bonos de corto plazo están captando más interés de los inversionistas que buscan diversificar riesgos. Aunque algunos expertos advierten de un cambio estructural hacia una economía multipolar, otros consideran que el dólar aún mantiene su hegemonía debido a su profunda integración en el comercio y las finanzas globales. La creciente búsqueda de alternativas refleja un mundo cada vez menos dependiente de una sola moneda. En este contexto, la estabilidad del dólar a largo plazo podría ser cada vez más incierta, especialmente si el comercio mundial sigue desacelerándose.

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