La volatilidad global está empujando a los inversionistas hacia activos alternativos para proteger su dinero. Mientras el S&P 500 y el Nasdaq viven su peor trimestre desde 2022, el mercado de inversiones alternativas podría crecer de 16,3 a 24,5 billones de dólares en 2028, según Preqin. Fondos de infraestructura, capital privado y deuda privada son las opciones que más interés generan para 2025. Aunque menos líquidas y más complejas, estas inversiones ofrecen mejores retornos a quienes aceptan comprometer su dinero a mediano o largo plazo. Expertos recomiendan no destinar más del 20-30% del portafolio a este tipo de activos, aunque en países como Colombia el promedio apenas alcanza el 2%. Los activos tangibles y el capital de riesgo destacan por su estabilidad y potencial de crecimiento, mientras que las criptomonedas siguen reservadas para perfiles altamente arriesgados. La tendencia es clara: diversificar más allá de las bolsas tradicionales ya no es solo una opción, sino una estrategia de supervivencia.

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