El mercado está temblando, pero los veteranos recomiendan no entrar en pánico. El S&P 500 ha bajado un 9% desde su último pico, afectado por la incertidumbre generada por los aranceles de Trump y su aparente indiferencia hacia el impacto en Wall Street.
A pesar del ruido, gestores como Dave Donabedian insisten en que dos de cada tres caídas bruscas se recuperan en un mes. La inflación bajó a 2,8% en febrero, lo que podría abrir la puerta a recortes en las tasas de interés, una buena noticia si se estabiliza el clima político. Mientras tanto, algunos sectores como tecnología ya muestran señales de rebote. La receta, dicen los expertos, es evitar ventas impulsivas y mantenerse enfocados en el largo plazo. Incluso sugieren que este puede ser un buen momento para invertir en acciones olvidadas, como las de empresas pequeñas o internacionales. En resumen: el susto es real, pero no necesariamente duradero.